¿Cómo elegir cables para altavoces?
Los cables, en comparación con otros elementos de nuestro equipo de audio, son bastante asequibles. Pero el no elegirlos correctamente, o comprar unos cables de baja calidad va a influir en el sonido total del sistema HiFi.
Es importante elegir unos cables para altavoces buenos, pero tampoco necesariamente romperse el bolsillo.
¿Para qué sirven los cables?
A primera vista, los cables de altavoz pueden parecer una conexión sencilla entre tu amplificador y los altavoces. Sin embargo, como sabe cualquier verdadero audiófilo, el diablo está en los detalles. Los cables de altavoz de calidad no son meros conductores; son conductos para el arte musical.
En el rendimiento de un cable de altavoz influyen varios factores, como su geometría, su impedancia característica y su construcción. La geometría de un cable se refiere a su forma y tamaño físicos, que pueden afectar a su resistencia, capacitancia e inductancia.








La construcción de un cable de altavoz también puede afectar a su rendimiento. Por ejemplo, el uso de materiales conductores de alta calidad, como el cobre o la plata, puede reducir la resistencia y mejorar la transmisión de la señal. El uso de apantallamiento también puede reducir las interferencias de fuentes externas.
¿Cómo elegir el cable de altavoz adecuado?
Antes de adentrarte en el mundo de los cables de altavoz, es fundamental que conozcas tu sistema de audio. Ten en cuenta los requisitos de potencia de tus altavoces y las especificaciones de tu amplificador. Diferentes configuraciones pueden exigir diferentes características de los cables, por lo que conocer tu equipo es el primer paso para tomar una decisión informada.
El material importa
El material del cable de altavoz influye significativamente en su rendimiento. El cobre, conocido por su excelente conductividad, es una elección popular. Sin embargo, no descartes materiales alternativos como la plata o incluso el cobre sin oxígeno, cada uno de los cuales ofrece firmas sónicas distintas. Sumérgete en las características de estos materiales para encontrar el que se ajuste a tus preferencias de audio.
Calibre: Encontrar el equilibrio adecuado
El calibre, a menudo indicado por los números AWG (American Wire Gauge), se refiere al grosor del cable. Aunque los hilos más gruesos suelen ofrecer menor resistencia y mejor rendimiento, el calibre óptimo depende de la longitud del cable. Busca el equilibrio adecuado entre grosor y practicidad, asegurándote de que el calibre elegido pueda suministrar eficazmente la potencia que necesitan tus altavoces. En la siguiente table se muestra las distancias recomendadas en función del calibre.
Considera la longitud
La longitud de tu cable de altavoz no es una cuestión trivial. Aunque es tentador mantener los cables lo más cortos posible, los cables demasiado largos pueden introducir resistencia y degradar la señal. Encuentra el punto óptimo que satisfaga tus necesidades espaciales sin comprometer la calidad de audio.
¿Cómo afecta la resistencia al rendimiento?
La resistencia desempeña un papel crucial en el rendimiento de los cables de altavoz y puede afectar significativamente a la calidad de la señal de audio transmitida desde tu amplificador a tus altavoces. He aquí cómo afecta la resistencia al rendimiento:
1. Pérdida de señal:
La resistencia es directamente proporcional a la longitud del conductor. A medida que aumenta la longitud del cable, también lo hace su resistencia. Los cables más largos tienen mayor resistencia, lo que conlleva una mayor pérdida de señal.








2. Factor de amortiguación:
El factor de amortiguación es una medida de la capacidad de un amplificador para controlar el movimiento del diafragma de un altavoz. Está directamente relacionado con la resistencia del cable del altavoz. Una mayor resistencia del cable puede reducir el factor de amortiguación, afectando potencialmente al control y la precisión del movimiento del altavoz.
3. Suministro de potencia:
La resistencia provoca una caída de tensión a través del cable. Esta caída de tensión puede afectar a la potencia suministrada a los altavoces. Una potencia insuficiente puede provocar una pérdida de dinámica y de impacto general en la reproducción de audio.
Una mayor resistencia conlleva una mayor generación de calor en el cable. Aunque esto puede no ser una preocupación importante en las configuraciones HiFi típicas, se vuelve más crítico en aplicaciones de alta potencia, como los sistemas de audio profesionales.
4. Compatibilidad de los altavoces:
Los altavoces están diseñados para funcionar dentro de un rango de impedancia específico. Lo ideal es que la resistencia del cable de altavoz coincida con la impedancia de los altavoces para garantizar una transferencia de potencia óptima. Una impedancia desajustada puede provocar una transmisión de potencia ineficaz y afectar al rendimiento general.
5. Sinergia del sistema:
Acto de equilibrio: La relación entre un amplificador, un altavoz y un cable de altavoz es un delicado equilibrio. La resistencia del cable debe complementar las características del amplificador y los altavoces, creando una sinergia que mejore el rendimiento general del audio.
En resumen, la resistencia de los cables de los altavoces puede provocar pérdidas de señal, afectar al factor de amortiguación, repercutir en la entrega de potencia e influir en la sinergia general de tu sistema de audio.
Al seleccionar los cables de los altavoces, es esencial tener en cuenta factores como la longitud, el grosor y el material del cable para minimizar la resistencia y optimizar la transmisión de tus señales de audio para una experiencia auditiva superior.
¿ Qué pasa con los conectores y terminaciones?
El tipo de conexiones es tan importante como la selección del cable del altavoz.
Lo primero que tienes que hacer es comprobar el tipo de conector que tiene el altavoz. Hay 2 tipos:
Conectores de clip: Pueden aceptar cables pelados o conectores tipo pin.
Conectores de rosca: Que aceptan cables pelados, bananas, o garfios.
Yo recomendaría usar tipo pin con los conectores de clip y, desde luego, las bananas para los de rosca. Evitaría siempre utilizar los cables pelados ya que a la larga se terminan abriendo y siempre se terminan rompiendo algún filamento.








Las bananas son muy fáciles de acoplar como se muestra en el siguiente video.
¿Bi-wire o simple?
La decisión entre Bi-wire y cableado sencillo para tus altavoces es un tema que ha suscitado debates entre los audiófilos. Exploremos los aspectos clave de ambas configuraciones para ayudarte a tomar una decisión informada basada en tus preferencias y la configuración de tu sistema.
Cableado simple:
El cableado simple es sencillo y consiste en conectar un solo cable desde cada terminal de altavoz del amplificador al terminal correspondiente del altavoz.
Es más fácil de manejar y configurar, por lo que es una opción más fácil de usar, especialmente para los que se inician en el mundo del audio de alta fidelidad.
Coste:
El cableado sencillo suele requerir menos cables, lo que reduce potencialmente el coste total de tu inversión en cables de altavoz.
Compatibilidad:
La mayoría de los altavoces y amplificadores están diseñados teniendo en cuenta el cableado único. No encontrarás problemas de compatibilidad con la mayoría de los equipos de audio.
Cableado doble o bi-wire:
El bicableado consiste en utilizar cables separados para las señales de alta frecuencia (agudos) y de baja frecuencia (graves). Se cree que esta separación reduce las interferencias entre las dos gamas de frecuencias.
Algunos afirman que el bicableado puede dar lugar a una reproducción de audio más limpia y detallada, especialmente en sistemas con altavoces diseñados para bicableado.








Los partidarios del bicableado afirman que separar las rutas de señal de las distintas frecuencias minimiza las posibles interferencias, permitiendo que cada transductor (tweeter y woofer) funcione de forma más independiente.
Mejora potencial del sonido:
En determinadas configuraciones y con altavoces diseñados específicamente para el bicableado, los entusiastas informan de mejoras en la imagen, la escena sonora y la claridad general.
Consideraciones:
Diseño del altavoz:
Algunos altavoces están diseñados con terminales de bicableado, mientras que otros no. Si tus altavoces tienen esta característica, puede que merezca la pena experimentar para ver si el bicableado marca una diferencia perceptible en tu sistema.
Salida del amplificador:
Comprueba si tu amplificador admite bicableado y si tiene salidas separadas para frecuencias altas y bajas. No todos los amplificadores están preparados para el bicableado.
En conclusión, elegir el cableado doble o el cableado sencillo depende en última instancia de tus preferencias, de las características específicas de tus altavoces y de la configuración de tu sistema. Experimentar con ambas configuraciones en tu propio entorno puede ser la mejor forma de determinar qué enfoque, en su caso, proporciona las mejoras sónicas deseadas en tu sistema HiFi.
Mitos e ideas falsas sobre los cables de altavoz
En el ámbito de la alta fidelidad, los cables de altavoz han estado rodeados de mitos y conceptos erróneos que, la mayoría de las veces, nublan el juicio incluso de los audiófilos más avezados. Desentrañemos algunos de estos mitos y arrojemos luz sobre la verdad que hay detrás de los cables de altavoz.
1. Mito: Los cables caros garantizan una mejor calidad de sonido
Aunque los materiales y la artesanía de alta calidad pueden contribuir al rendimiento de un cable de altavoz, la correlación entre precio y calidad de sonido no siempre es directa. Los cables caros pueden ofrecer ciertas ventajas en cuanto a calidad de fabricación o características únicas, pero a menudo se aplica la ley de los rendimientos decrecientes. El cable más caro no es necesariamente el que proporcionará la mejora más significativa en la calidad del sonido.
2. Mito: Todos los cables suenan igual
Los distintos cables de altavoz pueden sonar diferente debido a variaciones en los materiales, la construcción y el diseño. Sin embargo, el alcance de estas diferencias y el hecho de que sean perceptibles en un sistema concreto dependen de varios factores, como el equipo, la acústica de la sala y las preferencias auditivas individuales. Es esencial tener en cuenta la sinergia global de tu configuración de audio.
3. Mito: Rodar los cables de los altavoces mejora el rendimiento
La idea de que los cables de los altavoces necesitan un periodo de «rodaje» para alcanzar su rendimiento óptimo se ha debatido ampliamente. Científicamente, hay pocas pruebas que apoyen la idea de que los cables de los altavoces experimentan cambios significativos con el paso del tiempo. Aunque algunos entusiastas afirman oír mejoras tras un periodo de rodaje, cualquier cambio percibido podría ser psicológico. Es aconsejable que confíes en tus oídos desde el principio y no te fíes únicamente del concepto de rodaje de los cables.
4. Mito: Los cables más gruesos siempre son mejores
El grosor óptimo del cable depende de varios factores, como la longitud del tendido y la impedancia de tus altavoces. Los cables más gruesos suelen tener menor resistencia, lo que puede ser beneficioso para tendidos más largos. Sin embargo, los cables excesivamente gruesos pueden resultar poco prácticos y no ofrecer ninguna ventaja real en una configuración más corta. La clave está en encontrar un equilibrio que se adapte a tus necesidades específicas sin gastar de más ni comprometer el rendimiento.
5. Mito: Todos los cables de altavoz tienen el mismo rendimiento
Los cables de altavoz marcan la diferencia, pero el grado de impacto varía. Aunque un cable bien construido puede mejorar la transmisión de la señal, la diferencia puede ser sutil en algunas configuraciones. Es crucial encontrar un cable de altavoz que complemente tu equipo y tus preferencias personales. Asumir ciegamente que todos los cables suenan igual o que la opción más cara es la mejor puede conducir a descuidos en la optimización de tu sistema de audio.